jueves, 7 de diciembre de 2006

Héroe de nuestro suelo, valiente entre valientes.

Muchos argentinos de bien deben reconocer la ejemplar vida que llevo el Coronel Argentino del Valle Larrabure, un ejemplo de persona y de Argentino, ojala muchas personas de nuestro pueblo pudiera tener un poquito aunque sea de la grandeza que este hombre supo demostrar en los momentos mas dificiles que le toco vivir, echos que lo condujeron a la muerte. Uno piensa, este hombre debe haber cargado con mucho odio y rencor, por todas las torturas que sufrió, por alejarlo de su familia 372 días, por hacerlo pasa por situaciones infrahumanas, y lo menos que podría hacer es pedir venganza por parte de sus hijos...pero no...aunque nos parezca extraño, no, este hombre, este valiente hombre prefirio tomar el camino mas difícil de recorrer, el del perdón, el del amor, el de la reconciliación, perdonando a todos sus enemigos a sus captores, y pidiendo a sus hijos que no odien a nadie, y que pongan la otra mejilla. Uno analiza esta situación y se da cuenta de el enorme amor que existía en este hombre, el amor a su patria, a su familia, al pueblo argentino todo, y la infinita valentía que le sirvió para en ningún momento rendirce ante los cruentos captores, y resistir hasta las ultimas consecuencias, la muerte. Pero su muerte gracias a Dios a servido para prender esa luz de esperanza que hoy en día muchos argentinos necesitamos, ese sacrificio de vida sirvió para poder vislumbrar el sendero que todos los argentinos debemos seguir, el del perdón, el del amor, pero haciendo justicia, perdonar, pero no olvidar, para no caer nuevamente en lo mismo. Todo esto puede verse claramente en muchas cartas que nuestro héroe les envió a sus familiares, por esta razón voy a tomarme el atrevimiento de transcribir una de esas cartas por el enorme valor de sus palabras, extraídas del libro un "Un canto a la Patria" de Arturo Larrabure.

"A mis hijos y ahijado especialmente, que no olviden mi mensaje: Aun suceda lo peor, no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla."

Pasaje de una de las cartas del coronel Larrabure enviada a sus familiares desde su cautiverio, fechada el 22 de octubre de 1974.

"A Dios que con su sabiduría omnipotente has determinado este derrotero de calvario, a ti te invoco permanentemente para que me des fuerzas.
A mi muy amada esposa, para que sobrepongas tu abatido espíritu por la fe en Dios.
A mis hijos, para que sepan perdonar.
Al Ejercito Argentino, para que fiel a su tradición, mantenga enhiestos y orgullosos los colores patrios.
Al pueblo argentino, dirigentes y dirigidos, para que la sangre inútilmente derramada los conmueva a la reflexion para dilucidar y determinar con claridad que somos hombres capaces de modelar nuestro destino, sin amparo de ideas y formas de vidas foráneas totalmente ajenas a la formacion del hombre argentino.
A mi tierra argentina, ubérrima y acogedora, escenario infausto de luchas fratricidas...
Para que cobije mi cuerpo y me dé paz."

Escrito por el coronel Larrabure durante su cautiverio a manos de terroristas del ERP.

Y por ultimo quiero dejar una poesía escrita por el coronel durante su encierro, una poesía que me emociono muchisimo, que me golpeo muy fuerte, y me sirvió para ver las cosas con otros ojos, por un momento trate de ponerme en el lugar del coronel Larrabure, y pude comprender porque era su gran deseo que la venganza y el odio no surgan, porque todo ello no lleva a ningún lado, sino tan solo a mas de lo mismo, por eso gracias coronel por su ejemplar vida, y gracias a su hijo Arturo Larrabure, que si no fuera por el,este material no hubiera llegado nunca a nuestras manos.

"Quiero morir como el quebracho
que no entrega su figura de árbol rudo
sin exigir el esfuerzo del achero en prolongadas transpiraciones.

Quiero morir como el quebracho,
que al caer hace un ruido que es un alarido
que estremece la tranquilidad del monte.

Quiero morir de pie,
invocando a Dios en mi familia,
a la patria en mi Ejército,
a mi pueblo no contaminado
con ideas empapadas en la disociación y en la sangre.

¡Oh Dios misericordioso, te pido humildemente
me concedas esta gracia!

¡Dad a mi espíritu tu protección generosa
para que mi vida cese como la serena
llama de una vela que se extingue!"

Secuestro y asesinato del coronel Argentino del Valle Larrabure:

Nació en la provincia de Tucumán el 6 de junio de 1932. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 1 de marzo de 1949, y egresó como subteniente de infantería el 1 de diciembre de 1952. Siendo oficial subalterno cursó la Escuela Superior Técnica y obtuvo después de cuatro años el título de Ingeniero Militar.
Por sus antecedentes profesionales fue becado por dos años al Brasil para perfeccionarse en su especialidad de ingeniero químico. Al término de su comisión fue condecorado por el Ejército Brasileño. Su último destino fue el de Subdirector de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María. (Pcia. de Córdoba), lugar donde fue secuestrado en la noche del 10 de agosto de 1974, permaneciendo en esa situación por más de un año.
Por informes técnicos forenses se estima como muy probable que su fallecimiento se haya producido el 19 de agosto de 1975 ya que su cuerpo fue encontrado días después envuelto en bolsas de nylon, en las afueras de la ciudad de Rosario.
Estaba casado con la señora María Susana San Martín y era padre de dos hijos.
Alcanzó el grado de teniente coronel durante su cautiverio; fue ascendido post mortem a coronel. La forma en que fue secuestrado se ha indicado en el relato anterior referido al copamiento de la fábrica militar de Villa María Provincia de Córdoba.

Los esfuerzos para ubicarlo fueron inútiles, incluidos los de su familia que sólo quería comprobar si aún vivía. Sólo tres misivas le fue permitido hacer llegar a su familia (8 y 22 octubre 74 y enero 75).













Fuente: www.ladecadadel70.com.ar

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